“DESCUBRIENDO EL MUNDO DE LOS NIÑOS: UN RELATO DE MI EXPERIENCIA DE PRÁCTICAS”
El viernes 04 de octubre de 2024, regresé a la institución educativa con mucha emoción. Estaba ansiosa por ver a mis niños, con quienes había compartido momentos de diversión y aprendizaje, y también a la profesora de aula, quien me enseñó muchas cosas y me ayudó a superar mis caídas emocionales. Sin embargo, como ocurría con frecuencia, cada vez que volvía de mis observaciones, los niños se encontraban en actividades fuera de la institución. Este día no fue la excepción: asistieron pocos niños y la profesora de aula no pudo venir por motivos de salud. Ella me dejó a cargo de los niños de 5 años, confiando en mi capacidad, y me avisaron que no asistiría el miércoles siguiente.
Ese día nos fuimos con algunos niños que asistieron a la repartición del kit de abrigos repartido por gobierno regional del Cusco, toda la trayectoria del camino no fuimos cantando la canción de “tinkicha araña” y observando el paisaje, los animales, junto a los niño de 3 y 4 años, con sus respectivas docentes y practicantes; los niños preguntaban por todo lo que observaban y nosotras junto a mis compañeras respondíamos a sus dudas pero a veces nos cogían en frio y no sabíamos cómo responder y nos mirábamos entre nosotras. Luego llegamos al lugar donde estaban repartiendo los abrigos por el friaje ahí hicimos una larga cola junto con los niños y resulta que nos dijeron que cada niño iba a ingresar con su mamá o papá entonces nosotras desesperadas le comentamos a las docentes y ellas empezaron a llamar a sus mamas seguidamente vinieron las mamas y entregamos a cada niño a su mama y luego la docente de 4 años no dijo que ya nos podemos retirar seguidamente nos retiramos del lugar rumbo a nuestras casas.

El primer día me sentí como docente titular
El miércoles 09 de octubre fue un día significativo. Llegué temprano y, al no poder contar con la presencia de la profesora titular, recibí la llave del salón y me sentí como una docente titular. Empecé a organizar el salón y preparé la sesión de aprendizaje. Recibí a los niños, quienes me recibieron con una gran sonrisa y nos dimos un cálido abrazo. Al iniciar la rutina diaria, comencé a desarrollar la sesión de matemáticas, donde los niños aprendieron a contar y representar números, utilizando una estrategia que implicaba jugar con la arena. Fue un momento divertido, pero noté que algunos niños no lograban reconocer los números correctamente, lo que me dejó un sentimiento de insatisfacción.
.jpeg)
Después del desayuno, los niños jugaron en los juegos del patio, mientras que yo supervisaba y compartía con ellos. En el segundo bloque, trabajamos en el taller de psicomotricidad, donde los niños se divirtieron mucho, sobre todo con una actividad de baile, lo que les permitió liberar energía. Me sentí orgullosa al ver cómo disfrutaban del proceso, a pesar de las quejas de algunas madres respecto a las actividades físicas que realizábamos.
El primer día con la docente titular del aula
Ese día vino la docente de aula, y como que me sentí un poco nerviosa frente a ella pero supe controlar mis emociones y manejar el tono de mi voz la profesora observo todo el proceso de desarrollo de la sesión de aprendizaje y al final me sugirió algunas carencias de la sesión, en cuanto a dosificar el tiempo, en cuanto a involucrar a los niños pero siempre de manera positiva, me brindo estrategias para llamar la atención de los niños distraídos o traviesos, ayudándome en mi formación de profesional en educación.
Todos los días era la misma rutina en el primer bloque dictaba la sesión de aprendizaje, el recreo donde compartía muchas actividades con los niños de las tres edades, y el ultimo bloque dictaba el taller y como siempre había días en los que me sentía súper alegre porque lograba mi propósito pero también había días en los que me sentía fatal frustrada porque sentía que no lograba personalmente el propósito de la sesión de aprendizaje, muchas veces estuve en una situación de tirar toalla de las prácticas pero el cariño de los niños curaba todo el mal que llevaba dentro de mi con ellos me sentía en paz libre de todo problema. Pero también la docente de aula siempre me ayudaba emocionalmente dándome siempre las observaciones de manera positiva y alentándome que si puedo y estoy bien en mis prácticas.
Mis sesiones: un desafío personal
Sesiones de comunicación “formamos palabras con silabas”
Esas sesiones, personalmente, fueron estresantes para mí. Muchas veces me sentía incapaz, pensando que no lograba los propósitos de la sesión de aprendizaje. Sentía que mis materiales no estaban completamente alineados con el tema y me preocupaba que no fuera suficiente para que los niños aprendieran de la manera adecuada. Sin embargo, cuando le preguntaba a la docente titular, ella me decía que lo había hecho bien. Sus palabras me tranquilizaban, pero a veces el sentimiento de inseguridad seguía acompañándome.
Sesiones en el área de matemática, tema “conocemos los números” y “sumas”
En las sesiones de matemática me sentía súper exitosa. Muy feliz porque lograba plenamente el propósito de aprendizaje. Ver cómo los niños asimilaban lo aprendido, cómo alcanzaban los objetivos que me había planteado, me llenaba de satisfacción. Llegar al aprendizaje significativo de los niños era un momento de gran alegría para mí, y sentía que realmente estaba cumpliendo con mi labor.
Sesión de psicomotricidad: Una experiencia compartida con los niños de 4 años
Uno de los momentos más divertidos y especiales de la práctica fue cuando trabajamos la sesión de psicomotricidad. Decidimos juntar a los niños de 4 y 5 años, con el objetivo de trabajar juntos y ver cómo nos desenvolvíamos en un grupo más grande, tal como nos había sugerido la docente titular. El tema de la sesión fue "Presentamos un drill gimnástico", y aunque no habíamos ensayado previamente, ¡todo salió increíblemente bien!
Los niños estaban tan emocionados que, al ritmo del mix de sus canciones favoritas, se soltaron y bailaron con una alegría contagiante. Fue impresionante ver cómo se entregaban al momento, disfrutando cada paso, cada movimiento. Aunque no teníamos un ensayo previo, la espontaneidad y las ganas de los niños hicieron que la actividad fuera divertida y significativa para todos. Fue un verdadero placer ver a los niños tan felices y cómo su energía se contagiaba al resto del grupo.
El hecho de que ambos salones trabajáramos juntos tenía una finalidad educativa: como nos explicó la docente titular, se trataba de observar cómo nos desenvolvemos con un grupo más grande y cómo interactuábamos con varios niños a la vez. Sin duda, esta experiencia me permitió crecer como futura docente, ya que pude aplicar técnicas de organización y dinamismo en una actividad grupal que involucraba a niños con diferentes niveles de habilidad y energía.
Talleres de aprendizaje: Moldeamos t'anta wawa de plastilina casera
Uno de los talleres más creativos que realizamos fue el de t’anta wawa. En esta actividad, los niños tuvieron la oportunidad de explorar los materiales necesarios para la elaboración de plastilina casera. Fue una experiencia maravillosa, ya que, además de trabajar la motricidad fina, los niños se sumergieron en el proceso de creación, moldeando su propia t’anta wawa con las manos. Esta actividad no solo fue una preparación para el futuro taller en el que elaboraríamos las t’anta wawas reales, sino que también fue una excelente oportunidad para fomentar la creatividad de cada niño.
Los niños se mostraron muy entusiasmados mientras manipulaban la plastilina. Al principio, algunos no sabían cómo darle forma, pero rápidamente se fueron soltando y experimentando con diferentes texturas y formas. La alegría y la satisfacción al ver cómo creaban sus propias figuras fueron evidentes. Además, este taller permitió que los niños trabajaran juntos, compartieran ideas y se apoyaran mutuamente en el proceso creativo.
Taller de dramatización: El cuento de los tres chanchitos
Otro taller muy especial fue el de dramatización, en el que los niños tuvieron la oportunidad de representar el cuento de "Los tres chanchitos". Esta actividad fue muy divertida y emocionante tanto para los niños como para nosotros. Cada niño escogió el personaje que quería interpretar, y con gran entusiasmo se metieron en su papel. Los niños representaron al lobo, los tres chanchitos y otros personajes del cuento, usando sus voces y gestos para imitar a cada uno de ellos. Fue impresionante ver cómo, a través de la dramatización, los niños se sumergían completamente en la historia, recreando cada escena con emoción y mucha energía.
El uso del mismo tono de voz que los personajes del cuento hizo que la dramatización fuera aún más divertida. Los niños se rieron y se emocionaron al interpretar sus papeles, mostrando su capacidad de expresión y creatividad. Este taller no solo permitió a los niños disfrutar del cuento de una manera más dinámica, sino que también les ayudó a desarrollar habilidades como la expresión verbal, la memoria y la empatía, al ponerse en los zapatos de otros personajes.
Ambas actividades no solo fueron momentos de aprendizaje, sino también de mucha diversión y creatividad, en los que los niños pudieron explorar diferentes formas de expresión y desarrollar sus habilidades motrices y emocionales.
Dinámicas y juegos con los niños
- · El juego de simón manda
- · El lobo y las ovejas
- · La canasta de frutas
- · Ampay
El monitoreo: Un día lleno de tensión y aprendizaje
Personalmente temía mucho al monitoreo a pesar de ir preparada con todos mis materiales sentía que algo me faltaba sentía que mi corazón latía mas fuerte de lo normal.
Pero un día llego el día tan esperado el “monitoreo” vi en la puerta del jardín a la profesora de práctica, sentí un show y me entre a mi salón le dije a mi docente titular que vino mi docente de practica y ella me dijo “Milagros no te preocupes tu tranquila, respira y desarrolla tu sesión como siempre lo haces y dosifica el tiempo todo saldrá bien” para mi era mucha ayuda las palabras de una maestra de experiencia, pero no se cual era mi medio si tenia todo en orden mi carpeta pedagógica mis materiales, luego entraron al salón la docente de practica y la docente titular, ya cuando estuve haciendo las rutinas diarias justo cuando estuvimos dando las gracia a dios con los niños, respire profundo y empecé a desarrollar la sesión ese día me tocaba dictar “jugamos sumando objetos” en el área de matemática desarrolle la sesión con los procesos didáctico y pedagógicos correspondientes en ese momento olvide de todo como si estuviera sola en el aula luego termine, me sentí muy bien porque logre el propósito de la sesión, al final la profesora de practica levanto todas las observaciones y me explico de cada una de ellas y finalmente consolidaron ambas docentes sobre me falto y fue de mucha ayuda para mí personalmente para tomar en cuenta estos aspectos en la mejorara del desarrollo de mis sesiones de aprendizaje, finalmente recibí felicitaciones de ambas docentes ahí descubrí tome el camino correcto porque antes de eso sentía que los niños no eran para mi…..

Momentos compartidos con todos los niños del jardín
También compartí muchas experiencias con los niños de 3 y 4 años en el recreo a pesar de no trabajar con ellos en una de esas conversábamos con una niña de 4 años y tenía su hermanito en el aula de 3 años y en una de ese comento “mi abuelo me dice que le diga a mi hermano "pampachiri" así “y yo le pregunte ¿Por qué? Y ella me contesto “porque no crece y es muy pequeño” pero lo dijo de una manera como si fuera una adulta, siempre después de comer me sentaba a conversar con los niños y siempre me sacaban una sonrisa. Por otro lado, compartíamos experiencias o anécdotas con las docentes titulares de la institución y mis compañeras de prácticas.
Un día inolvidable y de mucha tensión
Pero no todos los días de la practica me fue bien un día de esas me paso algo muy grave un día me olvide todos mis materiales por cambiar de mochila porque yo generalmente alistaba mi mochila una noche antes y en una de esas al día siguiente cambie de mochila y me olvide todas mis siluetas con las cuales iba a trabajar me di cuenta ya cuando llegue a la institución no sabía que hacer estuve como si hubiera hecho algo muy desesperada y justo un día antes en el monitoreo me habían felicitado las docentes y por este motivo de sentía mas destrozada por que pensaba que la docente me iba a decir que solo me preparo hasta el día del monitoreo así y decía y ahora que concepto tendrá de mí, lo que hice fue llegar rápido a la institución y lo hice muy rápido mis materiales con los materiales que encontré con ayuda de mis compañeras de práctica pero personalmente no me sentía bien porque no era como yo los tenia preparado mis materiales y todo lo que se hace a ultima hora casi no es nada estético pero de todas formas me salvo.
Preparamos t´anta wawas
Los ultimo días ya para culminar las practicas hicimos t’anta wawa y maicillos junto con los niños ese día me sentí inservible por que no sabia como se preparaba la masa para el pan y preparamos como mejor se nos parecía con mucho miedo a equivocarnos porque no había colaboración por parte de los padres y nunca antes habíamos preparado, pero nos atrevimos, el pan salió regularmente pero el maicillo salió muy rico finalmente compartimos los docentes, practicantes y niños.

Un día inesperado
El ultimo día también fue un día de mucha adrenalina porque ese día nos cambiaron de tema ya en la mañana y se apareció la docente de practica y justo ese día no llevamos los materiales a pedido de las docentes titulares; llevamos materiales reciclados para el proyecto de reciclaje y nos llevamos un gran susto, pero estuvimos trabajando en el proyecto del reciclaje junto con los niños entonces no hubo problema finamente las docentes nos hicieron nuestra despedida con un compartir.
Teorías aplicadas en mis prácticas
A lo largo de mis prácticas, pude aplicar diversas teorías educativas que me ayudaron a comprender mejor el proceso de aprendizaje de los niños. El enfoque Montessori, por ejemplo, me permitió observar y promover la independencia de los niños, creando un entorno que favoreciera su exploración y descubrimiento. La teoría de Vygotsky también fue fundamental, ya que subrayó la importancia de las interacciones sociales y el apoyo de los adultos en el desarrollo cognitivo de los niños. Además, las ideas de Piaget y Bruner sobre el aprendizaje activo y el desarrollo cognitivo a través de la experiencia y el juego fueron claves en la planificación de mis sesiones.
Despedida
Mis prácticas en preescolar fue una experiencia increíblemente enriquecedora, tanto con los niños como con las docentes. Compartí momentos de alegría, juego, exploración y aprendizaje y también de superación personal. Gracias a esta práctica, descubrí que puedo ser una buena docente y que los niños, a pesar de las dificultades, siempre tienen algo nuevo que enseñarnos.